¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la habilidad para expresar sentimientos, opiniones, necesidades, pensamientos y creencias, de manera eficaz y respetando el punto de vista del otro.

Las emociones son una reacción natural al contexto, y si no sabemos decir que no a cosas que no nos apetecen nos metemos en contextos dañinos. Hay que aprender a poner límites y respetar los límites de los demás. A través de numerosas investigaciones, se ha visto que la comunicación asertiva se relaciona con aumentos en la autoestima, reducción del riesgo de caer en depresión, mejora de las relaciones interpersonales, aumento de la empatía y mayor control sobre tu propia vida, entre otras.

La eficacia del estilo asertivo se mide según dos factores: el cumplimiento o no de los objetivos de la comunicación y la conservación de las relaciones interpersonales.


Esto da lugar a varios tipos de comunicación:

Asertivo: Este estilo de comunicación está abierto a las opiniones ajenas, considerando que tienen la misma entidad que las propias. Parte del respeto a los demás y a uno mismo, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la propia y evitando los conflictos sin por ello dejar de expresar lo que se quiere de forma directa y abierta.

Pasivo: Este estilo se sitúa en el plano opuesto al agresivo, es propio de personas que evitan mostrar sus sentimientos o pensamientos por temor a ser rechazados o incomprendidos o a ofender a otras personas. Infravaloran sus propias opiniones y necesidades y dan un valor superior a las de los demás aceptando todo lo que proviene de estas.
Agresivo: Este estilo de comunicación se caracteriza por la sobrevaloración de las opiniones y sentimientos personales, obviando o incluso despreciando los de los demás. Se expresan opiniones, sentimientos, necesidades y derechos de una manera que no respeta los derechos de los demás. Las personas que utilizan este estilo de comunicación a menudo buscan controlar, humillar o menospreciar a otros.
Pasivo-agresivo: La persona aparenta ser callada y sumisa en su comportamiento externo, pero con grandes dosis de resentimiento en sus pensamientos y creencias. Frecuentemente utilizan la manipulación y el chantaje afectivo para conseguir ser tenidos en cuenta. Esto se debe a una falta de habilidad para afrontar las situaciones de otra forma. Un ejemplo claro es el silencio de castigo, que consiste en no hablar a la otra persona con el objetivo de que se sienta culpable, pero sin tampoco darle motivos de ese silencio.

Pincha aquí para realizar un ejercicio divertido y breve que te permitirá aprender a identificar los distintos estilos de comunicación.

Referencias

Mnookin, R. H., Peppet, S. R., & Tulumello, A. S. (1996). The tension between empathy and assertiveness. Negotiation Journal12(3), 217-230.

Mueen, B., Khurshid, M., & Hassan, I. (2006). Relationship of depression and assertiveness in normal population and depressed individuals. Internet Journal of Medical Update1(2), 10-17.

Roca, E. (2014). Cómo mejorar tus habilidades sociales (Vol. 4). Valencia: Acde.

Sarkova, M., Bacikova‐Sleskova, M., Orosova, O., Madarasova Geckova, A., Katreniakova, Z., Klein, D., & van Dijk, J. P. (2013). Associations between assertiveness, psychological well‐being, and self‐esteem in adolescents. Journal of Applied Social Psychology43(1), 147-154.

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *