El Camino del Duelo: Cómo Enfrentar la Despedida.

La muerte de un ser querido es uno de los eventos más dolorosos que podemos tener en la vida. Seamos sinceros y sencillos: en esa situación es una absoluta mierda y no hay una fórmula para poder sentirse mejor. No hay manera de que deje de doler, porque es un sufrimiento que hay que vivir.

Sin embargo, a veces caemos en ponernos las cosas aún más difíciles, o incluso pueden ser los demás quien nos hagan sentir que nuestra forma de llevar el duelo es “incorrecta”. Para evitar que esto suceda, he querido dejar por escrito algunos aspectos clave que pueden ayudar en el proceso de duelo.

Validación de las emociones

Como hemos introducido, el fallecimiento de un ser querido es una bomba de emociones, y hay que dar espacio a todas ellas evitando sentirnos culpables por cómo nos estamos sintiendo. Te cuento algunas de las emociones más frecuentes:

Dolor: Antes que nada, es crucial reconocer y validar el dolor y el sufrimiento que podemos estar experimentando. El duelo es una respuesta natural y necesaria ante la pérdida.

Sentimiento de Vacío: Tras la pérdida, muchas personas describen una sensación de vacío o hueco, como si una parte esencial de su ser hubiera desaparecido. Este sentimiento puede ser desconcertante y doloroso.

Anestesia Emocional: Algunas personas sienten que están en un estado de «anestesia» emocional, donde parece que no sienten nada en absoluto. Esta es una de las emociones que más culpa genera, nos podemos sentir incluso malas personas. Sin embargo, puede ser una respuesta defensiva del cuerpo y la mente para protegerse del dolor intenso de la pérdida.

Sentimiento de Alivio: Para algunas personas, especialmente si la muerte siguió a una enfermedad prolongada y dolorosa como el cáncer, puede haber sentimientos de alivio. Esto puede deberse a que su el querido ya no está sufriendo, o puede ser un alivio personal por no tener que ver más a la persona amada padecer. También puede haber alivio por no tener que lidiar con el estrés y la tensión de cuidar a alguien gravemente enfermo. Es crucial que las personas entiendan que sentir alivio no significa que no amaran a la persona fallecida; es simplemente una emoción más en el espectro del duelo.

Sentimiento de culpa: Puede venir al repasar el pasado de manera injusta con nosotros mismos, dando lugar a pensamientos, como «Nunca debería haberla dejado sola» o «Debería haber hecho más». Es normal que estos pensamientos aparezcan, pero hay que tener evitar darles demasiada credibilidad. Si hubiese habido alguna forma de evitar lo sucedido, claro que lo habríamos hecho.

Conocer el Proceso de Duelo

El duelo se compone de una serie de etapas típicas. Si bien no todas las personas pasan por estas etapas de la misma manera ni en un orden específico, tener una idea general puede ayudar a entender y normalizar lo que se está sintiendo. Las etapas del duelo son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación

Establecimiento de Rutinas y Autocuidado

La pérdida puede desestabilizar la rutina diaria de una persona. Progresivamente hay que ir enfocándose en crear nuevas rutinas y ser consciente de la importancia del autocuidado. Más aún en estos momentos.

Conexión con Apoyos Sociales

Es de especial relevancia la conexión con familiares, amigos u otros grupos de apoyo. El apoyo social es esencial durante el proceso de duelo. A veces, nuestros seres queridos se sienten perdidos y no saben como actuar con nosotros. Por eso es importante guiarles, decirles qué necesitamos y saber agradecerles cuando nos lo ofrecen.

Recuerdo y Continuación del Vínculo

Independientemente de nuestras creencias, todos podemos encontrar formas significativas de recordar y honrar a nuestro ser querido, y a comprender que aunque la persona haya fallecido, el vínculo emocional no desaparece.

Cuidado con la Evitación

En ocasiones el dolor puede llevarnos a querer evitar situaciones, lugares o personas que nos recuerden a nuestro ser querido. Aunque esta evitación puede ser útil cuando todo es muy reciente, si se extiende en el tiempo puede impedir el proceso de sanación de la pérdida. Hay que ir afrontando esas evitaciones de forma gradual y segura.

Espero que estas líneas te hayan servido de ayuda y, sobre todo, que te hayan resultado útiles para no juzgar el cómo te puedas estar sintiendo en estos momentos.

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